lunes, 12 de julio de 2010

TAMBIEN LAS GUAPAS SE TIRAN PEDOS, Y LOS LISTOS TAMBIEN CUENTAN CON LOS DEDOS



TAMBIEN LAS GUAPAS SE TIRAN PEDOS, Y LOS LISTOS TAMBIEN CUENTAN CON LOS DEDOS
(de una canción de Los Violadores del Verso.2006)


Como soy la gárgola, seré la guapa.

Para el papel de listos, escojo a los editores.

En esta historia, los personajes NO son ficticios, y está basada en hechos reales.

Sucedió no hace muchos años, en una población en plena expansión urbanística. Su consistorio, se enorgullecía de que los mencionaran en los telenotícias, como la ciudad con más crecimiento inmobiliario de este país, mientras los ciudadanos, que se empadronaban en masa, eran en su mayoría emigrantes que se acomodaban en el sector de la construcción.

La burbuja estaba apunto de estallar. Y nadie calculó sus consecuencias.

Por aquella época, las editoriales, asustadas ante la llegada aplastante de nuevas tecnologías, pusieron a trabajar a sus encargados de marquetig (Que nadie olvide que la mejor definición para esa palabra, marqueting, es la de La Capacidad de Crear una Necesidad), que se pusieron a cavilar una solución, para que los consumidores siguieran encontrando atractivo su producto. Y acabaron contando con los dedos. No sabiendo como dar contenido y modernidad a un sistema tradicional, se limitaron a rebajarlo de categoría, apoyándose en bagatelas, que humillaban al contenido editorial de sus redactores. Y cuando eso dejó de funcionar, se limitaron a rebajar el precio de los complementos y a aumentar la variedad de estupideces que se obsequiaban con su producto. Ya nadie se extraña de que la gente tire el periódico, que acaba de comprar, en la primera papelera que encuentre al salir del quiosco. Total, lo que de verdad le interesaba, era él articulo promocional de turno.

¿Y el contenido de la publicación?, La verdadera esencia de cualquier cabecera que se precie.

Y el trabajo de profesionales que desean generar opinión, informar y ser la voz de una tendencia, ¡A quién le importa una mierda!. Bueno supongo que a quién escribe los artículos, o monta guardia cámara en mano.

¡Qué listos y que pragmáticos! ¡Qué faltos de imaginación!

Contar con los dedos, en la era cibernética, tiene su guasa. Por si no se han dado cuenta todavía, la técnica del regalo ya pierde su fuelle, humilla y prostituye la propia esencia de las empresas, para las que diseñan tan ingeniosas campañas.

Ahora, en mi ciudad no solo no se construye, sino que, además hay miles de pisos vacíos en venta y otros muchos con ordenes de embargo. Cada vez hay menos trabajo y menos dinero circulando en los comercios. En otro tiempo, la voz que alertaría y transmitiría este declive, partiría, sin duda, de una editorial, que recogiera la opinión e inquietudes de las gentes. Hoy te regala un vídeo de Paco Martínez Soria, o una sombrilla para la playa, para justificar sus ventas.

La gente ya no confía en los editores, son como magnates de artículos de importación y compiten con los bazares chinos.

¡Que alguien les regale una calculadora! Contando los pies, solo tienen veinte dedos cada uno.

En esa misma época, la gárgola, tuvo un presentimiento y en su visión alertó a otros colegas del sector de los malos tiempos que se avecindaban. Unos, los que llevaban más tiempo, le dijeron que no se preocupara, que los altibajos en este negocio eran cíclicos, pero que no pasaba nada. Los diarios siempre existirían. Otros compañeros ya cerraron su negocio hace meses, frustrados por no poder aguantar la presión de los propios editores.

Y yo, el más guapo, el profeta de los malos tiempos, sucumbiendo ante mis propios miedos. Arrastrado por la inercia, seguí adelante, siempre husmeando el horizonte, por si veía una salida segura que me permitiera un cambio de orientación, pidiendo consejo a listos que cuentan con los dedos, planeando reformas, haciendo planes. Hasta que solté un terrible pedo.

Mal momento este, para cambiar de planes. Sin alternativas ni ideas que renueven mi negocio, porque lo que yo vendo ya no interesa, y en mi ciudad, la sobreoferta comercial, los cambios urbanísticos y la economía en declive, agarrotan mis ideas hasta embarullarlas de tal modo que no encuentro el hilo del que tirar.

Algo huele mal a mí alrededor, y debo de ser yo. Porque no se como salir de esta mierda que poco a poco me engulle y merma mi patrimonio.

Los listos, la cagaron, y la guapa, se dejó arrastrar en vez de salir huyendo perdiendo así su oportunidad.

En mi tierra le llamamos fer un pet o lo que viene a ser lo mismo; ha llegado al límite, kaput, es una cuestión de meses, tal vez de un par de años pero el final está claro. En algún momento tengo que tomar la decisión de dejar de vender prensa, pues exige demasiado y apenas me aporta beneficios.

La gárgola guapa, aprendió a contar con los dedos, de la mano de los genios que inventaron el sistema de cupones y cartillas, y eso le ha producido una gran úlcera estomacal que ahora requiere un tratamiento urgente.

Creo que la cagué

1 comentario:

BANDOLERA dijo...

¡En fin, si alguien quiere también la montamos aqui! :D.