Ella le dice; ya no te quiero, y con cada lágrima estrecha un poco más el abrazo.
Él contesta; márchate, mientras se anuda a su cintura.
Incapaces, prendidos el uno al otro, escuchan sus propios sollozos, pasos en distintas estaciones, en andenes de dos direcciones.
2 comentarios:
M'agrada, una definiciò molt acertada, de la realitat.
Felicitats.
Eso de "Ya no te quiero", por su reacción, no puede ser cierto, debe ser que ya no le quiere como antes.
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